Otro de los juegos que nos encanta realizar con Bee bot es memorizar en el robot diferentes direcciones aleatorias y después ir creando una camino por el que pueda llegar hasta la meta.
Debemos memorizar sus movimientos y distinguir entre un lado y otro, las distancias que recorre, la anchura y longitud...
También podemos hacerlo al contrario y que mientras unos compañeros crean el circuito, otros se dedican a programar al robot teniendo en cuenta las características del recorrido.
El fallo y el ensayo-error forman parte del pensamiento científico y el aprendizaje por descubrimiento que intentamos fomentar con estas actividades.
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